Te pido que no me faltes ninguna vez, que obres de escolta en mi vida siendo yo en carne viva hasta un mismo vegetal. Impedida del corazón, volveré a acercarme una y otra vez errando con la misma piedra y cayendo en el mismo penitenciario. Pero no avances si no puedo ser tu guía, descansa en el suelo conmigo, verás que tus labios son mi rehabilitación. Y auténticamente cegados mis oídos, suena tan jocoso pedirte “sé mi lazarillo”, que lo haría con tal de sacarte una sonrisa y poder imaginar tus carcajadas… espontáneas, creativas, tan llenas de vos. Lo que yo quiero como a la nada misma es que no me dejes atrás, es que no mires hacia abajo, es zambullirnos juntos en una laguna de sal y que pintemos de cristales nuestro nombre; y si me preguntas por qué, tengo un depósito de razones. Por ahora solo puedo decirte que “te amo”.
martes
Te pido que no me faltes ninguna vez, que obres de escolta en mi vida siendo yo en carne viva hasta un mismo vegetal. Impedida del corazón, volveré a acercarme una y otra vez errando con la misma piedra y cayendo en el mismo penitenciario. Pero no avances si no puedo ser tu guía, descansa en el suelo conmigo, verás que tus labios son mi rehabilitación. Y auténticamente cegados mis oídos, suena tan jocoso pedirte “sé mi lazarillo”, que lo haría con tal de sacarte una sonrisa y poder imaginar tus carcajadas… espontáneas, creativas, tan llenas de vos. Lo que yo quiero como a la nada misma es que no me dejes atrás, es que no mires hacia abajo, es zambullirnos juntos en una laguna de sal y que pintemos de cristales nuestro nombre; y si me preguntas por qué, tengo un depósito de razones. Por ahora solo puedo decirte que “te amo”.