domingo

 
Cuando somos niños soñamos con cosas sencillas, cosas pequeñas..un helado de fresa, una muñeca que llora y hace pis, o esa bicicleta que tiene el vecino. Cuando nos hacemos mayores nuestro sueños cambian con nosotros, se vuelven complejos.. igual que nosotros. De repente la muñeca de trapo se convierte en un vestido nuevo con el que cruzar un océano para deslumbrar a tu marido en un viaje sorpresa. Pero los sueños se rompen en pedazos cuando se topan de frente con la realidad, a menudo radicalmente distinta a como como uno cree que es. Las personas no siempre son lo que aparentan ser, ni las relaciones, ni mucho menos los amigos. Y esa realidad es la que se encarga de poner a cada uno en su sitio, lo que uno cree que es negro, puede ser blanco, lo que uno cree que es blanco, probablemnte sea de todos los colores del arco iris. Así es todo en la vida. Uno sabe como empiezan las cosas pero nunca sabe como van a terminar.